sábado, 3 de diciembre de 2011

Un banco holandés apuesta al apetito de Asia por la comida extranjera

El Grupo Rabobank considera a su acuerdo con el Agricultural Bank of China Ltd. parte de una estrategia para beneficiarse del creciente apetito en Asia por alimentos extranjeros, dijo hace poco un ejecutivo de la firma holandesa. Rabobank, una cooperativa financiera que no cotiza en bolsa y que tiene un brazo de financiación internacional de alimentos y agricultura, se asoció en junio con el AgBank, en parte para ayudar a expandir el negocio de alimentos chinos en el exterior. Para consolidar el acuerdo, Rabobank invirtió US$250 millones en la emisión inicial de acciones de AgBank de US$22.100 millones, la más grande en la historia. Para un banco conservador con una calificación AAA como Rabobank, Asia representa un rompecabezas. 

Le interesa expandir su negocio a mercados extranjeros de mayor crecimiento, pero la inversión necesaria es onerosa. La relación con AgBank, el banco más grande de China por número de sucursales, es una parte medular en el plan del banco holandés de incrementar en 50% sus ganancias antes de 2014, dijo en una entrevista con The Wall Street Journal Robert Jan van Zadelhoff, el encargado de las operaciones internacionales de Rabobank en Asia. La región actualmente representa 5% a 10% de los ingresos del grupo, basado en Utrecht, Holanda. Las operaciones asiáticas del banco se enfocan casi totalmente en servir a los negocios mayoristas del sector de alimentos y agrícola.

 El banco espera beneficiarse indirectamente de la creciente población que necesita ser alimentada en Asia. Los países están dependiendo cada vez más de comida importada para alimentar a sus ciudadanos. Temores sobre la seguridad alimentaria explican el apoyo que el gobierno le da a compañías asiáticas que buscan asegurar fuentes de alimentos. El apetito de los países asiáticos por alimentos básicos se refleja en el cambio de enfoque de Rabobank durante los últimos tres años. "Los negocios de empresas asiáticas que crecen internacionalmente son cada vez más grandes que los negocios de empresas extranjeras que ingresan al mercado asiático", nota Zadelhoff. Rabobank llegó a Asia en 1986 y ve un gran potencial para incrementar el crédito en el mercado asiático de procesamiento de alimentos, que mueve US$5.900 millones al año. Sus investigaciones muestran que Asia representa 45% del mercado global de procesamiento de alimentos, impulsado por la rápida urbanización y el alza de los salarios en la región. 

Este año, Rabobank le ayudó a Wilmar International Ltd. de Singapur, el proveedor de aceite de palma más grande del mundo por volumen, a financiar una oferta de US$1.500 millones por la empresa de azúcar australiana Sucrogen, anteponiéndose así a la competencia de Bright Food Group de China. Dentro de Asia, Rabobank espera que los mercados en China, India e Indonesia muestren el mayor crecimiento en la agroindustria. Zadelhoff espera obtener una licencia para operar en India antes de fin de año y agregar una sucursal anual a su red en India y China. En Indonesia, donde tiene 90 sucursales minoristas, así como operaciones de banca mayorista, está intentando acercarse a los agricultores a través de alianzas con firmas de microcrédito. "Es muy difícil llegar a los agricultores en Asia.

 Nos gustaría, pero tienen muy pocas posesiones", dijo Zadelhoff. Construir la red de sucursales necesaria para llegar a los agricultores es costoso, lo que explica por qué Rabobank prefiere trabajar con instituciones como AgBank, que se ha enfocado en el sector agrícola chino y le proporciona al banco holandés acceso a agricultores en la nación más poblada del mundo. Rabobank también está apuntando a productores de alimentos básicos en América del Norte y América del Sur, así como en Australia y Nueva Zelanda, donde las granjas son más grandes. El banco holandés proyecta que sus ingresos en América del Sur crecerán tan rápido como los de Asia.