martes, 7 de diciembre de 2010

Greenspan contra Trichet

No es un lapsus, el ex presidente de la Reserva Federal ha criticado la política de comprar bonos de los Tesoros en dificultades que está siguiendo el Banco Central Europeo

AFP

Trichet, con el ex responsable de la Reserva Federal de EE.UU.


Greenspan contra Trichet


No es un lapsus, el ex presidente de la Reserva Federal ha criticado la política de comprar bonos de los Tesoros en dificultades que está siguiendo el Banco Central Europeo. Su argumento no es que genere inflación, porque se esteriliza, es decir, se retira liquidez en cantidad equivalente, sino que resta presión a los gobiernos para reducir el déficit. El argumento no es baladí, aunque leído desde España justo este fin de semana lo parezca. Al menos no debe serlo porque Trichet ha considerado oportuno complementar su actuación en los mercados con nuevas y duras palabras a los gobiernos europeos a los que ha instado a avanzar decididamente en la consolidación fiscal y a aumentar el fondo de emergencia. Se acerca así a la posición alemana, más federalismo pero con reglas vinculantes y creíbles. Greenspan subrayó también las dificultades de una Unión Monetaria entre culturas con tradiciones tan diferentes en materia de cumplimiento de las normas. Una advertencia sobre la actitud a esperar de los inversores, seguirán especulando contra la Unión mientras ésta no adopte y cumpla sus propias reglas fiscales y financieras.


Más medidas


El gobierno español ha aprobado un decreto ley que contiene una variopinta gama de medidas económicas con el objetivo de disipar las dudas existentes sobre el cumplimiento de los objetivos fiscales en 2011. Y lo hace subiendo los ingresos corrientes —tabacos— y extraordinarios —privatizaciones— y reduciendo el gasto social -eliminación de la extensión del seguro de desempleo pese a que el 40% de los parados viven en hogares donde no trabaja nadie-. En realidad lo que ha hecho es precisar el capítulo de otros ajustes (1,5% del PIB) que se había incluido en el programa de convergencia enviado a Bruselas en verano. Ratifica así su compromiso con cumplir con los objetivos de déficit, pero lo hace de la peor manera posible, con medidas aisladas, inconexas, sin un plan coherente de saneamiento de las cuentas públicas y competitividad de la economía española. Se generaliza la opinión entre los inversores que el presidente Zapatero hará todo lo que sea necesario para evitar una intervención formal de la economía española, pero nada más que lo estrictamente necesario. Pedirle otra cosa quizás sea excesivo, dada su extrema debilidad política. Pedirle a la oposición apoyo incondicional a unas medidas que se anuncian como un plato de venganza fría, también. Pero seguiremos viviendo al borde del precipicio. Porque volverán las dudas, sobre todo si se retrasa el crecimiento como anticipan todos los observadores, véase el último consenso de Funcas, y se deteriora la salud del sistema financiero como también anticipan todos los analistas.


EE.UU. también tiene sus problemas


La crisis de la deuda europea centra toda la atención, pero las noticias de otro lado del Atlántico no son todas buenas. La tasa de desempleo ha subido contra pronóstico al 9,8% en noviembre y el PMI de manufacturas, que anticipa la producción industrial, sigue en niveles de recesión. Por si fuera poco, el reciente fracaso electoral de Obama empieza a tener reflejo económico y el Senado ha rechazado el plan de reducir el déficit público en cuatro billones en cuatro años. No es un rechazo frontal sino una demostración de fuerza de la nueva mayoría. Pero con una recuperación tan inestable, sin crear empleo y con una política monetaria tan laxa, la incertidumbre política es un elemento explosivo. Sigue siendo verdad, al menos para Europa, que si Estados Unidos se acatarra, Europa puede coger una pulmonía, aunque solo sea porque el euro dólar es el precio más importante del escenario mundial, el único tipo de cambio verdaderamente flotante porque ambas zonas monetarias practican la negligencia benigna.


Fuente:http://www.abc.es

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