miércoles, 18 de agosto de 2010

Los gitanos expulsados de Francia, europeos pero ilegales

Son en su mayoría inmigrantes rumanos y búlgaros, y como tales, ciudadanos de la Unión Europea

Estos gitanos son ciudadanos de la UE, pero están sometidos a un régimen transitorio que limita la duración de su estancia en territorio francés y su acceso al mercado laboral.
Rumanía y Bulgaria se convirtieron en miembros de la Unión Europea el primero de enero del 2007.
En la UE, "la libre circulación de los trabajadores es un derecho fundamental". Sin embargo, "durante un período transitorio máximo de 7 años después de la adhesión", los ciudadanos de los nuevos estados miembros "pueden tener restricciones temporales a la hora de trabajar en otro país".
En ese caso, los estados aplican disposiciones nacionales o resultantes de acuerdos bilaterales.
En el caso concreto de los rumanos y los búlgaros, estos pueden ingresar a Francia sin ninguna formalidad particular, y permanecer durante tres meses sin tener que justificar una actividad.
Pero si quieren permanecer más allá de ese período, deben tener un empleo, seguir estudios o justificar recursos suficientes, y contar con un seguro de enfermedad.
Sólo pueden ser expulsados antes de que se cumplan los tres meses en caso de alteración del orden público o de coste "poco razonable para el sistema de asistencia social".
Para ejercer una actividad profesional, deben poseer un permiso de residencia y un permiso de trabajo. Los empleos que pueden ocupar están limitados a 150 profesiones carentes de personal suficiente.
Si no poseen los documentos reglamentarios, pueden ser expulsados, bien mediante una "obligación de abandonar el territorio francés", que les da un mes de plazo a partir de la notificación, o bien mediante una decisión de la autoridad local.
También pueden contar con "la ayuda al regreso humanitario", de un monto de 300 euros por adulto y de 100 euros por niño.
Según el Ministerio francés de Inmigración, unas 10.000 personas fueron expulsadas en el 2009 a Rumanía y Bulgaria. Pero según las estimaciones, casi dos de cada tres regresan después.
Para evitar que esas personas vuelvan a percibir la ayuda al regreso, está previsto a partir de septiembre un fichero biométrico.
En Francia, el número de gitanos búlgaros o rumanos se estima en 15.000, de los 400.000 que cuenta en total el país.
Para favorecer la integración de esta minoría víctima de la discriminación y la pobreza se está pidiendo una solución a escala europea.
Fuente:http://www.eltiempo.com

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