Está deviniendo una realidad el nuevo formato de cooperación en el Asia Central. Hoy los líderes de Rusia, Afganistán, Pakistán y Tayikistán, Dmitri Medvédev, Hamid Karzai, Asif Ali Zardari y Emomalí Rajmón, celebraron en encuentro en Sochi en el que analizaron la cooperación regional.
Se trata del segundo encuentro en tal formato. El primero tuvo lugar el año pasado. La formación de este cuarteto le parece conveniente al director general del Centro de Estudios del Espacio Postsoviético, Alexéi Vlásov: "Actualmente se están destruyendo las fronteras de las ex alianzas regionales en las esferas económica y política. Y en virtud de causas naturales se está formando una nueva configuración de nexos. Y por lo visto ya habrá que hablar del espacio de la gran Euroasia, que integran precisamente los Estados que conformaron el actual cuarteto. Dos ejes serán prioritarios: economía - transporte, proyectos energéticos, relaciones económico-comerciales; y el segundo es la seguridad. Cambian los riesgos y aparecen nuevos retos. Y es menester buscar de forma consolidada las respuestas a las cuestiones aún no resueltas en este segmento de responsabilidad".
Afganistán, Pakistán y Tayikistán están interesados en ampliar los nexos económicos con Rusia. Rusia está dispuesta a ello -declaró Dmitri Medvédev en el encuentro que sostuvo en Sochi con el presidente de Afganistán, Hamid Karzai. En el pasado, la economía afgana se forjaba con asistencia de la ex Unión Soviética. Y su recostrucción con participación de Rusia parece ser lógica. Actualmente, Afganistán cifra grandes esperanzas en la puesta en explotación de los yacimientos petrolíferos recientemente descubiertos. Rusia, como uno de los más grandes países extractores de petróleo, también podría prestarle su ayuda en este ámbito.
La cooperación con Rusia también permite a los socios centroasiáticos ejecutar vastos proyectos en el sector energético. Existen planes de suministro de energía eléctrica de Tayikistán a Pakistán a través de Afganistán. En Tayikistán compañía rusas están construyendo una central hidroeléctrica.
En el ámbito de la seguridad los cuatro países tienen previsto intensificar la lucha conjunta contra el terrorismo y la narcoamenaza. Esto se indica en la declaración conjunta emitida por los presidentes de los cuatro países. Ellos han calificado el terrorismo y el tráfico ilegal de drogas como amenaza a la paz y a la estabilidad. Más del 90% del opio que se suministra a los mercados negros mundiales se cultiva en Afganistán. Los ingresos procedentes de las drogas garantizan a los terroristas el financiamiento necesario. Por eso la lucha contra el narcotráfico es inseparable de la lucha contra el terrorismo. Al mismo tiempo, hay que combatir el narcotráfico en todas las fases: desde la destrucción de las plantaciones de adormideras y hasta el cese de los suministros del exterior de sustancias químicas para la producción de drogas. Y todo parece indicar que este enfoque empieza a ser mejor comprendido en el Asia Central.
Fuente:http://spanish.ruvr.ru
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